TRABAJO REALIZADO POR : Noelia Collado, J.Mª Peral, J.A.NAvas y M.A.Conde)
Música y baile en España:
Flamenco es un arte que se presenta en dos variantes: Música y Baile. En la música, el Cante y la Guitarra ocupan el papel fundamental, aunque existen otros instrumentos (como la percusión) y acompañamientos (como las palmas) que generalmente están presentes y juegan un papel muy importante.
El Baile es muy expresivo y cada parte del cuerpo ha de moverse de forma coordinada: Los pies, las piernas, las caderas, el talle, los brazos, las manos, los dedos, los hombros, la cabeza...
Se pueden contar más de 50 "Palos" del flamenco. Cada "Palo" tienen su propio ritmo, su propia armonía y, en caso de que sea un palo bailable, cada cual se interpretará con una danza diferente.
Flamenco Jondo (=hondo), un estilo serio que expresa sentimientos profundos y con frecuencia trágicos. Aquí se tratan temas como el amor, el desengaño o la pena, y se baila con una expresión muy profunda e intimista y se representa más frecuentemente en círculos de expertos o en salas de teatro o concierto. Ejemplos: Farruca, Martinete, Minera, Petenera, Soleá y Tiento.
2) Flamenco Festero es un arte más alegre, se interpreta en las fiestas y celebraciones en Andalucía. Los temas tratados son alegres, ya sean sobre el amor y los sentimientos, ya sean evocando lugares, fiestas y escenarios flamencos, o incluso a veces cómicos. Ejemplos: las Sevillanas, la Rumba, los Tanguillos, las Bulerias y las Alegrías.
Cultura y costumbres:
España es, sobre todo, un mosaico de culturas, heterogéneas, antiguas y modernas, cultas y populares. Sagradas y profanas. Plurales y diversas. La cultura española es riquísima y abarca todas las formas de expresión. en uno u otro momento histórico, la cultura española ha alcanzado las más altas cimas artísticas: desde la Antigüedad hasta nuestros días, la cultura y el arte en España han ocupado un puesto relevante. La cultura española actual goza de una buena salud como en una boyante industria editorial que mueve más de 90.000 volúmenes anuales. El turismo cultural se está convirtiendo en una alternativa al turismo de sol y playa, dada la riqueza y calidad de sus museos, monumentos, fiestas y tradiciones, así como de exposiciones y manifestaciones culturales diversas. España es uno de los países más ricos del mundo en cuanto a patrimonio monumental y el segundo país con mayor número de declaraciones de Patrimonio Mundial de la UNESCO. El teatro y el cine español se está convirtiendo en una referencia en Europa, destacando los Festivales de Teatro de Mérida, Sagunto o Almagro y los Festivales Cinematográficos de San Sebastián o Valladolid. Las Universidades españolas son muy importantes en el sentido de la celebración de cursos de verano, como los de El Escorial, Salamanca, Santander o la Universidad Internacional Menéndez Pelayo , con sede en Santander, Barcelona, Cuenca, Galicia, Pirineos, Sevilla, Tenerife o Valencia. La investigación científica y cultural está representada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, dependiente del Estado.
Los toros:
En una corrida generalmente tres toreros torean seis toros, de ellos dos cada torero. Los toreros realizarán su faena por orden de antigüedad, la cual viene dada por la fecha de su licenciatura. Así al primer torero le tocará torear el primer toro, al segundo el segundo y al tercero el tercer toro, continuando el primer torero con el cuarto toro y así sucesivamente.
El comienzo de la corrida se abre con el paseíllo, especie de cortejo por el que desfilarán ante el público todos los que intervienen directamente en la misma. Abren este cortejo los dos alguacilillos que van a caballo, y atraviesan la plaza para dirigirse a la Presidencia y pedirle simbólicamente la llave de la" puerta de los toriles" (donde se guardan los toros).
Bailes típicos de España:
El fandango. el fandango se ha vuelto popular e importante dentro del folclore español. El fandango se baila en parejas y bajo un compás ternario con el acompañamiento de castañuelas, lo que hace que sea considerado un simil de la jota.
Las seguidillas. Las seguidillas son canciones típicas de España pero que también cuentan con un baile típico en particular, son típicas de comunidades autónomas como Madrid y Canarias. Las primeras seguidillas aparecieron en los teatros del siglo XVIII y desde sus inicios se caracterizaron por ser de ritmo animado y estar acompañadas por el tamboril, guitarras, dulzainas y castañuelas. Sus temas suelen ser pícaros aunque también cuenta con letras de temas amorosos.
La crotacología. Que es el singular arte de tocar palillos o castañuelas mientras se baila o se realiza zapateo.
La jota. Es un baile típico español cuyo baile es acompañado del sonido de las castañuelas y cuyos bailarines visten con trajes típicos similares a los bailarines de flamenco. El ritmo de la jota es de compás de ¾ y para su interpretación se utilizan guitarras, tambores, y bandurrias.
Las danzas vascas. Estas danzas son típicas y fundamentales cuando nos referimos al folclore vasco. Las danzas vascas se utilizan en festividades donde se busca representar acontecimientos de la historia o cultura vasca. Dentro de sus variantes encontramos a los bailes de romería y las danzas de espadas.
La sardana. Típica de Andorra y Cataluña, La sardana es un baile que se realiza en grupo y en forma circular. Este baile puede ser realizado por un grupo de persona –sin importar una cantidad específica de parejas– y es considerado como un baile meramente social que es acompañado en su compás por un promedio de doce instrumentos.
La muñeira. Esta danza típica española es propia de comunidades autónomas como Asturias, Galicia y Castilla y León. La "muñeira" suele ser acompañada por panderetas, tambores, tamboril, gaita, bombos, e incluso el rasqueteo de conchas. En su estructura de baile es similar a la sardana y presenta un compás de 6/8.
Danza clásica española, sobre todo:
Alguna clasificación distingue:
Danza contemporánea en España (danza moderna o danza contemporánea).
Baile juvenil en España a veces ligados a alguna subcultura juvenil o tribu urbana; pero que en alguna ocasión incluyen ritmos tradicionales españoles o hispanoamericanos.
Baile de salón en España concepto que engloba a algunos bailes españoles.
España Península tiene 3:30 horas menos que India
En España Península son las 12:48 del Miércoles, 30 de Abril de 2014 Península.
En India son las 16:18 del Miércoles, 30 de Abril de 2014
Costumbres cotidianas:
La siesta es una tradición que está retrocediendo, especialmente en las ciudades. El ritmo normal del día en España suele continuar divido en dos periodos, mañana y tarde, con una pausa de dos o tres horas durante la comida. Un paseo al final de la tarde es una costumbre extendida en muchos lugares.
La hora de la cena, como en unas regiones del sur de Italia, es la más tardía en Europa, habitualmente alrededor de las 10 p.m.
La diversión se caracteriza por tener lugar en la noche, incluso hasta altas horas de la madrugada. En el centro y sur de la península, el calor estival ha potenciado ese fenómeno. La vida nocturna comienza tarde. Muchos clubes, incluso en ciudades relativamente pequeñas, abren a la medianoche y no cierran hasta el amanecer. En Madrid en verano y en otras grandes capitales, empieza a ser habitual que actuaciones culturales se extiendan hasta las dos de la madrugada.
Gastronomía
La riqueza de la gastronomía española . La geografía, la cultura y el clima han creado una cocina muy variada en recetas y estilos culinarios. Las distintas civilizaciones que han pasado por la península también han dejado su impronta, que ha llegado hasta nuestros días. Gran parte de esa influencia se debe a la tradición judía y morisca.
El pescado es parte importante en la dieta de los españoles. La costumbre es adquirirlo fresco. Muchas zonas distantes de la costa también tienen un aprovisionamiento diario, lo que hace posible preparar platos de gran sabor. La carne, no obstante, suele ser más habitual en el interior. No puede faltar una mención al aceite de oliva, cuya tradición es milenaria en la cocina mediterránea.
La Paella, plato más asociado con España en el extranjero.
Una breve relación de platos típicos y populares nos lleva a destacar la tortilla de patatas, el salmorejo, las gachas o las migas entre otros platos típicos.
Tapa, cultura y costumbres:
En una corrida generalmente tres toreros torean a seis toros. Los toreros realizarán su faena por orden de antigüedad, la cual viene dada por la fecha de su "alternativa" (especie de de licenciatura). Así al primer torero le tocará lidiar el primer toro, al segundo el segundo y al tercero el tercer toro, continuando el primer torero con el cuarto toro y así sucesivamente.
El comienzo de la corrida se abre con el paseíllo, especie de cortejo por el que desfilarán ante el público todos los que intervienen directamente en la misma. Abren este cortejo los dos alguacilillos que van a caballo, y atraviesan la plaza para dirigirse a la Presidencia y pedirle simbólicamente la llave de la" puerta de los toriles" (donde se guardan los toros). Detrás van los tres toreros, seguidos respectivamente por los miembros de sus cuadrillas, compuestas por tres banderilleros y dos picadores. Apareciendo al final del cortejo los mozos y mulas de arrastre (que son los encargados, una vez muerto el toro, de retirarlo de la plaza).
España es, sobre todo, un mosaico de culturas heterogéneas, antiguas y modernas, cultas y populares, plurales y diversas. La amplitud de sus culturas atrae. El patrimonio histórico deslumbra. Y la fuerza vital de sus gentes fascina. La cultura española es riquísima y abarca todas las formas de expresión. Desde la literatura a la pintura, de la música a la arquitectura, del teatro a la artes suntuarias. En todas ellas, en uno u otro momento histórico, la cultura española ha alcanzado las más altas cimas artísticas: desde la Antigüedad (con notabilísimas muestras de arte rupestre) hasta nuestros días, (en los que la arquitectura española se encuentra en la vanguardia mundial).La cultura española actual goza de una buena salud como se manifiesta, por ejemplo, en una boyante industria editorial que mueve más de 90.000 volúmenes anuales. El turismo cultural se está convirtiendo en una alternativa al turismo de sol y playa, dada la riqueza y calidad de sus museos, monumentos, fiestas y tradiciones, así como de exposiciones y manifestaciones culturales diversas. A modo de ejemplo, diremos que España es uno de los países más ricos del mundo en cuanto a patrimonio monumental, no en vano es el segundo país con mayor número de declaraciones de Patrimonio Mundial de la UNESCO. Un inventario aproximado elevaría a más de 20.000 los monumentos de importancia existentes en nuestro país. El teatro y el cine español se está convirtiendo en una referencia en Europa, destacando los Festivales de Teatro de Mérida, Sagunto o Almagro y los Festivales Cinematográficos de San Sebastián o Valladolid. Por su parte, las Universidades españolas juegan un papel muy destacado en la difusión de la cultura nacional, siendo muy importantes en este sentido la celebración de cursos de verano, como los de El Escorial, Salamanca, Santander o la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), con sede en Santander, Barcelona, Cuenca, Galicia, Pirineos, Sevilla, Tenerife o Valencia. La investigación científica y cultural está representada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, dependiente del Estado
De sobra es conocida la riqueza y calidad gastronómica de España. Famosas son sus tortillas de patata, su gazpacho o sus chacinas. Sin embargo, el país presenta, de punta a punto, una variedad sin par. Nada tienen que ver los platos del Norte con los del Sur o el Centro. Aquí repasamos algunos manjares nacionales.
Nuestras propuestas
1. Pulpo a la gallega
2. Vieiras a la gallega
3. Tarta de Santiago
4. Fabada asturiana
5. Marmitako
6. Escalivada
7. Escudella (u olla) del pastor
8. Paella mixta
“ La variedad
gastronómica de
España es tan
amplia como su
variedad
cultural
9. Arroz a banda
10. Arnadí de almendras
11. Pisto manchego
12. Gazpacho manchego
13. Salmorejo
14. Pavías de bacalao
15. Mero canario
16. Pierna de cordero
asada con setas y patatas
Al hablar de la gastronomía española no podemos hablar de un conjunto de platos, de una forma única de cocinar ni de un ingrediente básico, si no de una variedad ingente de todo ello.
Evidentemente el Mediterráneo hace que el aceite de oliva sea la base de numerosos platos del recetario español pero a partir de ahí, cada región ha desarrollado su propia gastronomía dando lugar a especialidades únicas y de una gran calidad.
Además, la gastronomía de España ha absorbido las influencias de otras gastronomías internacionales, enriqueciendo y variando sus platos tradicionales.
Viajar por el país se convierte pues en una oportunidad no sólo de conocer lugares nuevos sino de conocer gastronomías nuevas y, a través de ella, saber más acerca de los pueblos y la cultura del lugar.
Manjares norteños
Si el recorrido lo empezamos por el norte de España no puedes perderte cómo cocinan los gallegos los mariscos y pescados como el pulpo o las vieiras, productos del mar cantábrico que entre los fogones de Galicia se convierten en auténticos manjares admirados por propios y ajenos. De postre es inevitable probar la Tarta de Santiago un postre que, además de encontrarse en los recetarios de repostería, tiene su hueco en el Boletín Oficial del Estado.
La comunidad vecina, Asturias, tampoco se queda atrás en lo que a riqueza culinaria se refiere. Si en Galicia el marisco tiene un lugar privilegiado, en las cocinas asturianas son las fabes las que protagonizan buena parte de los platos, siendo la fabada asturiana la receta que mejor aglutina el sabor de esta tierra.
De mano de los pescadores vascos y cántabros nacen platos como el marmitako una forma completa y sabrosa de tomar el atún.
Esencia mediterránea
Las comunidades bañadas por el Mar Mediterráneo como Valencia o Cataluña están inmersas en esa gastronomía tan alabada y admirada en medio mundo.
Las verduras y conservas como las anchoas dan lugar en Cataluña a platos tan conocidos como la Escalivada, una especie de ensalada fría nutritiva y con mucho sabor.
También de origen catalán es la escudella (u olla) del pastor, un plato en el que se emplean una gran cantidad de ingredientes, entre ellos, la conocida butifarra catalana, y muy rico desde el punto de vista nutricional.
En la Comunidad Valenciana el protagonista por antonomasia de la cocina es el arroz. Además de la paella, existen numerosas formas de cocinar este cereal. El arroz a banda es una de las más extendidas y que más adeptos tiene a la hora de disfrutar de un buen arroz.
En los recetarios valencianos, la almendra tiene también su protagonismo, por ello no es de extrañar que entre los dulces más populares se encuentren recetas como este arnadí de almendras.
De la meseta a las islas
La caza y los guisos energéticos son los que dan la nota gastronómica en el centro del país. El cordero es habitual encontrarlo en las mesas de Castilla y León en recetas como esta pierna de cordero asada con setas y patatas.
En Castilla La Mancha el pisto es una de las especialidades más preciadas así como el gazpacho manchego, un plato que nada tiene que ver con el andaluz.
Precisamente éste junto con el salmorejo son dos de los platos que mayor éxito tiene en la gastronomía de Andalucía. El buen clima y las verduras de la tierra dan lugar a estas sopas y cremas frías nutritivas y que se prestan a numerosas variaciones.
El pescado frito es otro de los manjares andaluces que alcanzan un gran éxito entre los comensales en recetas como estas pavías de bacalao.
A toda esta variedad gastronómica se suma la que aportan las islas como las Canarias. Influenciada por la cultura autóctona del archipiélago, en la cocina canaria abundan las especias y salsas con frutos secos como ésta que acompaña a un rico mero canario.
Cocina de origen que oscila entre el estilo rural y el costero, representa una diversidad fruto de muchas culturas, así como de paisajes y climas.
La cocina española está fuertemente influida a lo largo de su historia por los pueblos que conquistan su territorio, así como de los pueblos que posteriormente coloniza.
Esta situación le ha proporcionado una gran variedad de técnicas culinarias e ingredientes.
Fue durante muchos siglos desconocida en Europa, y es entre finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX cuando cobra una identidad nacional, fundamentada en los diferentes platos y técnicas culinarias propias.
Todo este conocimiento culinario sale a la luz gracias a la aparición a comienzos del siglo XX de escritores especializados en gastronomía capaces de ensalzar y alabar sus platos, de investigar en su historia y su origen. A este grupo de escritores se le ha venido a denominar como la "generación gastronómica del 27".
A partir de este instante la cocina española evolucionó hasta lo que en la actualidad conocemos como la nueva cocina española.
El concepto tan variado de la cocina hace que algunos autores la denominen en plural, como las "cocinas de España".
En la cocina española actual conviven dos realidades: la cocina clásica y popular fundamentada en la tradición, y la cocina actual que emplea las más novedosas e ingeniosas técnicas de cocina de autor, con cocineros que han alcanzado fama internacional reconocida.
La aparición a finales de siglo XIX de algunos escritores y estudiosos culinarios de la cocina española, con el objeto común de ensalzarla y de recuperar su prestigio, fue un denominador común.
Uno de los primeros fue Mariano Pardo de Figueroa, y su colaborador José Castro y Serrano. Ambos fueron defensores de las raíces culinarias tradicionales, siendo los primeros en hablar de la cocina española como un conjunto.
Ya a comienzos del siglo XX otros autores renombrados, como Dionisio Pérez Gutiérrez y Teodoro Bardají Mas, defendieron la nomenclatura española de los menús, haciendo que se abandonase la influencia francesa de los siglos anteriores. Sus estudios rescataron del olvido platos de origen español y que figuraban como franceses. La cocina española moderna (nueva cocina española) abarca nuevos conceptos y se internacionaliza, bien sea con la llegada de millones de turistas al año, el reconocimiento del prestigio de ciertos cocineros, o con la aparición de restaurantes en las capitales del mundo.
Los alimentos estrella en la cocina española
La despensa española seduce a cualquier cocinero del mundo y por eso debe viajar por el mundo con la materia prima como bandera.
La materia prima más emblemática de todas es el jamón de cerdo ibérico alimentado por bellota ya proceda de la Dehesa de Extremadura, Huelva, Los Pedroches (Córdoba) o Guijuelo (Salamanca).
Hay también excelentes jamones blancos como el de Teruel. Hay también una verdadera apoteosis con los embutidos, nueve de los cuales cuentan con una Denominación de Origen o Indicación Geográfica Protegida.
El aceite de oliva es otro tesoro de la despensa, con 24 Denominaciones, así como los quesos, con un total de 29 marcas de calidad y presencia en todas las Comunidades Autónomas. Además, dos mantequillas tienen también garantía de calidad.
Hay que destacar las carnes frescas –quince tienen marcas de calidad–, los pescados –dos con Denominación de Origen– y los mariscos.
De tan estupenda cesta de la compra también forma parte el pan y la repostería –ensaimadas, mantecados, sobaos o mazapanes–, así como arroces, legumbres, hortalizas, frutas y frutos secos.
España es también tierra de grandes mieles y de excepcionales condimentos. Y no hay que olvidar la rica y variada bodega española es asimismo rica y variada. Hay 79 vinos con Denominación de Origen. Los espirituosos –bebidas tradicionales. Después hay dos vinagres excepcionales, así como sidra y cava.
Principales ingredientes de la cocina española
Es característico de la cocina española tradicional que se alabe, a veces, más a un cierto ingrediente en concreto que a una preparación culinaria.
De esta forma, resulta habitual que se alabe a un pescado de una costa específica, a un jamón de cierto lugar, a un garbanzo de un cierto pueblo, etcétera. Esto hace que muchos platos y preparaciones posean la denominación del lugar de donde proceden los ingredientes de la mejor calidad.
La variedad del clima español hace que pueda darse un gran abanico de diferentes verduras, cereales, hortalizas y frutas. Esta variedad se puede notar en las diversas cocinas regionales españolas.
a) Legumbres
En general, son abundantes los platos elaborados a base de legumbres (garbanzos, lentejas, judías, etcétera), empleadas en los diversos cocidos y potajes cocinados a lo largo de toda la geografía española, aunque ambos con variaciones regionales en su uso más o menos importantes. Las legumbres suelen conservarse secas y ponerse a remojo horas antes de su cocción.
b) Los cereales
Son importantes en la alimentación española y se emplean generalmente en la elaboración del pan, dando variedades muy distintas en cada región.
El arroz es muy popular entre los platos costeros (dando lugar a la paella), pero también en el interior (como puede ser el arroz a la zamorana). Su expansión por el territorio se produjo en el siglo XIX, donde comienza a elaborarse platos arroceros de diferente tipo, siendo el arroz con conejo uno de los más populares.
c) Frutas
Las frutas forman parte importante de la producción agrícola del país, y su consumo es elevado en gran parte del territorio. Existen regiones especializadas en la producción de fruta, e incluso de ciertos tipos de ésta, como pueden ser los cítricos (limones y naranjas) de las costas levantinas. La popularidad depende de la temporada, en los meses de verano y otoño dominan los melones y sandias, en invierno las naranjas, en primavera las cerezas y los melocotones.
d) Verduras
Uno de los ingredientes dentro del mundo de las verduras que más ha influenciado el carácter de la cocina española ha sido el ajo. Es habitual el empleo de frutos secos en la cocina, siendo el más habitual la almendra.
Dependiendo de la zona se suelen emplear diversas verduras de origen autóctono, tales como la borraja y el cardo, que se preparan cocidas; las escarolas y lechugas en ensaladas; o los calçots catalanes.
En el norte es frecuente usar en los periodos invernales coles, y en Galicia son habituales los grelos. El empleo de setas se restringe principalmente a la mitad norte de la Península, siendo su incorporación ciertamente moderna. Las trufas son habituales en las tierras de campos durante los meses de invierno.
La aceituna es habitual en la parte meridional oriental de la Península y su producto principal, el aceite de oliva, participa en las preparaciones culinarias de casi todo el territorio, pero con más intensidad en el sur. España es uno de los productores y consumidores más activos del mercado mundial de aceite de oliva.
e) Especias
Entre las especias más habituales se encuentran la pimienta, el pimentón (con su característico sabor ahumado), que aparece por doquier en la culinaria española (siendo el más afamado el pimentón de la Vera), la canela y el azafrán. Son frecuentes como saborizantes de algunos platos los pimientos secos en rama, es decir, los pimientos choriceros, las ñoras y las guindillas.
El uso de especias no está demasiado extendido en la cocina española. No obstante, el color por excelencia de esta cocina es el rojo, debido al uso de las especias populares mencionadas, así como, el azafrán. Preparaciones culinarias como el escabeche, el adobo, el sofrito, etcétera tienen este color. Ya a finales del siglo XIX Alejandro Dumas comenta el uso extendido del pimentón en la chacinería hispana, que a diferencia de otros pimentones tiene un aroma ahumado. Ya en esa época el pimentón se asocia a los guisos populares.
La pimienta negra es muy popular y forma parte de los guisos más tradicionales. Entre las hierbas aromáticas es frecuente el uso de la hoja de laurel, el tomillo, el romero, etcétera. También es frecuente el uso de la canela y el clavo en algunas preparaciones de la repostería española.
f) Pescados y mariscos
España posee dos líneas costeras amplias y esto hace que se pueda proveer abundantemente de productos marinos no solo a zonas limítrofes sino que también a grandes ciudades del interior.
Este contacto con el mar hace que la cocina española posea abundantes recetas de pescado y marisco. Se pueden considerar entre los mariscos, que dependiendo de la zona son populares, los percebes, centollos, nécoras, almejas, bogavantes, cigalas, langostinos y calamares.
Los mariscos son habituales en los zonas costeras, siendo posible encontrarlos en las zonas de interior gracias a los avances y eficiencia en el transporte y conservación de alimentos.
En el interior su consumo está asociado a festividades sociales. La demanda de pescado en el interior es alta, y esto hace que sus mercados de abasto posean una gran oferta de pescados y mariscos.
Existe la costumbre de incluir el pescado en la mayoría de los menús españoles, independientemente de que la zona sea costera o no.
Un pescado habitual es el bacalao, que suele aparecer con variantes en casi todas las cocinas regionales. A veces se encuentra en salazón, existiendo tiendas dedicadas exclusivamente a su venta. La dedicación de la cocina española a este pescado es tan grande que se compara con el gusto que posee la cocina portuguesa por este mismo ingrediente.
Otro pescado frecuente es el atún, que se encuentra fresco, aunque resulta muy habitual encontrarlo enlatado. La merluza es muy valorada por las cocinas del norte, como puede comprobarse por la numerosa variedad de recetas que hay a lo largo de la costa cantábrica.
Las anchoas suelen comerse en salazón bañadas en aceite de oliva, mientras es frecuente ver el boquerón abierto en lomos y marinado en vinagre con abundante ajo y perejil, servido como tapa.
Otro pequeño pescado muy habitual en las costas y en el interior es la sardina, que suele prepararse de diversas formas: a la plancha, asada, etcétera.
Las truchas son muy frecuentes en diferentes preparaciones y pueden encontrarse en zonas de interior donde hay ríos; la más valorada es la que posee una carne rosada, que se denomina "asalmonada".
Los escabeches son muy populares y, aunque en la antigüedad eran empleados como medio de conservación de pescados, hoy en día se consideran por su sabor.
g) Carnes, caza y embutidos
Entre las carnes cabe decir que el consumo de carne de cerdo está muy extendido por el territorio, siendo España uno de los mayores consumidores (y productores) de esta carne en la Unión Europea. Existe una raza autóctona: el cerdo ibérico, que es muy valorada. La mayor parte de la carne de cerdo se dedica a la chacinería, que posee diversas variedades de embutidos en cada región de España, tal y como pueden ser los chorizos, las morcillas, los morcones (botillos), etcétera.
La variedad de embutidos es tal que cada región posee su propio estilo y gusto en la elaboración. Por ejemplo, algunos autores modernos describen dieciocho clases de morcilla en la cocina española. Es habitual el consumo de cerdos lechales o cochinillos (generalmente asados). No obstante, el producto porcino más solicitado por los españoles es con mucho el jamón, omnipresente en todos los ámbitos culinarios. En gran parte del territorio se realiza la matanza del cerdo, actividad familiar tradicional realizada en invierno y que poco a poco se va perdiendo.
Entre las carnes se puede ver que apenas se come buey (uso restringido a zonas del Norte de España, como el País Vasco), pero la carne de ternera es relativamente frecuente. La carne de oveja es muy habitual en las zonas ganaderas, así como la de cabra. Las preparaciones más habituales suelen ser mediante asados o estofados diversos.
La carne de caza es muy popular en casi todo el territorio, y es frecuente encontrar piezas grandes como el venado o el jabalí y pequeñas como la liebres y el conejo, todas ellas formando parte de los ingredientes habituales de algunos platos clásicos.
La carne de conejo es habitual y forma parte de los platos tradicionales de algunas regiones españolas. Dependiendo de la zona, la carne de caza se reparte entre grandes piezas (como venados, gamos, etcétera) o volatería (como gansos, faisanes, etcétera).
h) Huevos
Los huevos de aves (en especial de gallina) son muy populares en diversas preparaciones en la cocina española, desde la famosa tortilla española (y su variante paisana), los huevos rotos (o estrellados), los huevos con magras de jamón, los duelos y quebrantos, fritos, etcétera.
i) Dulces y postres
La variedad de postres y de dulces en la cocina española es comparable a la diversidad de platos existentes. Es muy habitual que cada región posea un postre tradicional que emplea una fruta o condimento típico de la zona.
Son muy populares las rosquillas, las pastas castellanas y los pasteles elaborados con hojaldre. La época andalusí ha dejado numerosos dulces de aspecto árabe en la zona sur del país, como los mazapanes, los turrones y los alfajores, todos ellos muy difundidos a través del territorio. Algunos están vinculados a festividades religiosas cristianas, como el roscón de Reyes o los dulces navideños (turrón, polvorones, peladillas, etcétera). El chocolate se emplea en la repostería española como bebida, siendo su empleo en repostería una influencia externa.
La mayoría de la repostería española se fundamenta en un ingrediente importante: las almendras, muy abundantes en los campos españoles. El chocolate es muy popular entre los ingredientes reposteros, empleado como decoración e ingrediente. En el norte de España los dulces son igualmente elaborados y se emplea frecuentemente la vainilla como aromatizante.
Los dulces y postres españoles son muy variados, y en su diversidad tan ligada a lo regional no existe uno de ellos que resuma el carácter de nacional, como puede ocurrir en las gastronomías de otros países. Las costumbres españolas para servir dulces y postres son similares a las del resto de países europeos: frecuentemente en los desayunos, tras las comidas y en la popular merienda.
j) El vino
El vino es una de las bebidas alcohólicas que más aceptación ha tenido tradicionalmente entre la población española. Es clásico servirlo en recipientes como una bota (o en su versión de cristal: el porrón) que permiten compartir un cierto volumen de vino entre varios bebedores.
España tiene diversas regiones vitivinícolas, recorriendo una amplia gama de calidades y cualidades. El vino suele ser tinto en la mayoría de los casos, la variedad de uva más habitual es el tempranillo y suele acompañar a las comidas o al típico tapeo.
El sur de España posee una larga tradición de vinos generosos, como el jerez y la manzanilla. Una bebida a base de vino que se ha popularizado hasta el extremo de ser demandada por los turistas es la sangría (ponche de vino con frutas), además del tinto de verano en algunas regiones.
España es el primer país del mundo por superficie de viñedos plantada –aunque el tercero por producción, tras Francia e Italia, debido a un menor rendimiento- y segundo exportador mundial en términos de volumen (tercero por valor exportado).
Vinos como Rioja, Ribera del Duero, Cariñena o Rueda son apreciados en todo el mundo.
Rioja, Ribera del Duero, pero también Cariñena, Castilla La-Mancha, Rueda, Utiel Requena, Priorato, Penedés, etc. son algunas de nuestras denominaciones de origen, a las que hay que sumar el cava y los vinos de Jerez, entre otros.
k) Tapeo y pinchos
La costumbre de la cocina mediterránea consistente ofrecer diversos platos pequeños arraigó también en España con las tapas, o con el acto de ir de tapas, que se traduce en comer pequeñas porciones de alimentos mientras se bebe. Para algunos autores una tapa es una «pequeña porción de algo que comer que acompaña a una copa de vino».
En algunas zonas del norte de España, principalmente en Cantabria, La Rioja, el País Vasco y Navarra, las tapas toman la forma de pinchos (llamados pintxos en euskera). En esas zonas es habitual cobrar todas las tapas al mismo precio. En otras zonas de la geografía española sobre todo en Andalucía oriental, hay costumbre de ofrecer la tapa gratuíta por cada bebida que se sirve.
La costumbre del tapeo en España no tiene una hora fija, pudiendo decirse que ocurre a horas del mediodía y el atarceder, es decir, en horas cercanas a la comida y cena respectivamente. Este tipo de elaboración de platos pequeños se ha venido a denominar cocina en miniatura, por lo artístico y escueto de algunas preparaciones.
Preparaciones culinarias
Pocas preparaciones reúnen tanta diversidad en la cocina española como el cocido, denominado antiguamente olla.
Una de las técnicas culinarias más extendidas en la mitad norte es el asado, que en el interior se elabora en hornos (generalmente de preparaciones cárnicas) y que en la costa se traduce en su homólogo sobre pescados. El asado en cazuela de barro es una práctica castellana muy habitual, y existen diversos ejemplos de ello a lo largo de su geografía. El embutido en sus diferentes versiones es una preparación habitual en toda España. En algunos casos resulta típica la conservación mediante inmersión en grasas: las orzas.
En muchas de las cocinas regionales se emplea frecuentemente la fritura de los alimentos en aceite de oliva hirviendo, aplicándola tanto a carnes como a pescados (pescaíto frito).
Es frecuente que la cocina clásica emplee recipientes de barro no solo para cocinar, sino también para servir los platos (cazuelas). Una de las preparaciones clásicas de la cocina española es el sofrito, empleado en diferentes platos tradicionales. Otro preparado típico en algunas zonas del norte es la pepitoria y el chilindrón (originario de Aragón y que se propagó por la zona noroeste de la Península).
Existe una gran afición por las verduras encurtidas, en especial por las aceitunas, que están presentes en la mitad sur española en casi cualquier aperitivo informal, aunque cabe destacar también a las berenjenas, los ajos, las cebollas (generalmente de pequeño tamaño) y los pepinillos. El encurtido español posee un fuerte sabor a vinagre. Dentro de las preparaciones en vinagre se tienen los escabechados de pescados y aves.
Otra preparación habitual es el adobo en pimentón. Entre las salsas se encuentra la mahonesa, el alioli, el ajo arriero, el ajo cabañil y el atascaburras.
En el terreno de la comida informal es muy popular en todo el territorio el bocadillo, una especie de sándwich elaborado con pan de corteza dura. Este bocadillo es tan habitual que se presenta en una gran variedad de formas y contenidos en los bares, siendo los más populares los de tortilla española, el pepito de ternera, la pringá andaluza, el bocadillo de calamares madrileño, etcétera. Algunos de ellos se elabora con ingredientes simples, como pueden ser el queso, el chorizo, el jamón, etcétera. Menos popular es el empleo de sándwich y medianoches aunque hay preparaciones típicas recientes, como son el sándwich mixto y el mixto con huevo.
Cocina actual española
La cocina española resurgió y empezó a ser considerada como tal a partir del siglo XIX. Hoy en día la cocina española es famosa gracias a la labor de numerosos cocineros. La vanguardia es reconocida especialmente gracias a la labor del cocinero Ferran Adrià, que en el verano de 2003 tuvo una gran proyección internacional gracias a los elogios que le rindieron en el suplemento dominical del New York Times. En un largo reportaje, se le declaraba el mejor cocinero del mundo, y se postulaba la supremacía de la cocina española sobre la francesa.
Alta cocina con nombre propio
España es uno de los países con más estrellas Michelín de Europa. Recientemente, dos nuevos restaurantes se han incorporado a dicha categoría.
Las recetas de restauradores como Adrià, Arzak, Berasategui, Roca, Ruscalleda, Santamaría o Subijana han situado a España en la cúspide de la alta cocina internacional.
Ferrán Adriá ha sido durante muchos años el principal estandarte de la alta cocina de España –uno de los padres de la llamada cocina molecular- y su restaurante, El Bulli, fue considerado el mejor del mundo.
Sin embargo, en julio de 2011 echó su cierre definitivo para emprender un nuevo proyecto de gran envergadura: “El Bulli Foundation”. El objetivo es crear un centro para la creatividad gastronómica con la intención de originar nuevas ideas en la cocina y compartirlas a nivel internacional.
Calidad y creatividad
Son muchos los restaurantes de España distinguidos por su calidad y creatividad. Destacan cinco con la máxima distinción, tres en el País Vasco y dos en Cataluña.
País Vasco. Aquí se encuentran tres propuestas únicas para disfrutar de la cocina vasca de autor:
Akelarre (San Sebastián). Propiedad de Pedro Subijana, propone una experiencia para todos los sentidos conjugando excelencia, vanguardia e innovación.
Arzak (San Sebastián). El restaurante de Juan Mari Arzak fue el primero en recibir las tres estrellas Michelín en España (en el año 1989). Juan Mari y su hija Elena, nombrada mejor chef femenina del mundo en 2012, han revolucionado la cocina española hasta llevarla a lo más alto y hoy son un referente en la gastronomía mundial.
Martín Berasategui (Lasarte, Guipúzcoa). El cocinero tiene siete estrellas Michelín en restaurantes de su propiedad o asesorados por él y es uno de los principales exponentes de la cocina vasca moderna, que se sumerge en la creación de nuevos productos y sabores.
España cuenta con 140 restaurantes con estrellas Michelín.
En Cataluña los hermanos Roca y Carme Ruscalleda son los nombres más representativos de la cocina catalana:
El Celler de Can Roca. Es el mejor restaurante del mundo de 2013 elegido por la revista británica 'Restaurant'. Es el Oscar de la gastronomía y ha sido reconocido por su combinación de platos tradicionales y técnicas innovadoras. Situado en Girona, los hermanos Joan, Josep y Jordi Roca apuestan por la creatividad culinaria para transmitir emociones incomparables.
Sant Pau. Carme Ruscalleda es la única mujer en el mundo con cinco estrellas Michelin (tres en su restaurante de España y dos en el de Tokio). Ofrece una moderna reinterpretación de la gastronomía tradicional de Cataluña en este restaurante de Sant Pol de Mar (Barcelona).
Los cocineros españoles han exportado con éxito no solo una forma de entender la cocina, sino una forma de comer alejada de los formalismos de los restaurantes: la tapa.
Madrid Fusiónse celebra desde hace once años, y cada vez tiene más aceptación, presencia mediática e interés por parte de los chefs. Y muchos países utilizan a los cocineros españoles para abrir mercados internacionales a sus productos más autóctonos. Ese es el caso de los coreanos, que se han propuesto dar a conocer el jang (soja fermentada) a través de la cocina española por su proyección mundial.
La cocina española no solo se ha posicionado como la mejor del mundo, sino que, además, España ha exportado una manera particular de comer. Al menos así lo expuso Juan Carlos Gafo durante el debate “La tapa como locomotora de la marca España”, celebrado durante Madrid Fusión 2013. “España no solo tiene materias primas excelentes como aceite, vino o queso, y ha liderado el proceso creativo y tecnológico, sino que ha exportado una cultura culinaria y una forma de comer más flexible, que no es otra que la tapa”.
El mejor queso del mundo es español: un manchego Gran Reserva Dehesa de los Llanos que fue elegido Mejor Queso del Mundo en los World Cheese Awards en diciembre de 2012.
Por su parte, el presidente de Madrid Fusión, José Carlos Capel, recordó que en los últimos años se ha producido una “diáspora de cocineros españoles que se han instalado en distintos países del mundo”, aunque muchos de ellos continúan con sus establecimientos abiertos en España.
COSTUMBRES COMUNES EN ESPAÑA
Todos los pueblos tienen sus costumbres, y ante "el hecho diferencial" que tanto cacarean los nacionalistas vascos no queda más remedio que empezar a hablar del "hecho común" que, por supuesto, es tanto o más real que el "diferencial".
En el País Vasco hay un buen montón de costumbres más o menos importantes, aunque sin duda cotidianas, que compartimos con el resto de los pueblos de España y que debemos enumerar para que la gente no llegue a confundirse.
LA RELIGIÓN
En el mundo hay una gran cantidad de religiones, y de todas ellas la que siempre se ha profesado en toda España es la Católica que, por supuesto, es la que también se profesa en el País Vasco.
EL IDIOMA
En el País Vasco, igual que en el resto de España, el idioma español es el que todos conocen y con el que todos se entienden. En el País Vasco, nueve de cada diez personas no saben hablar euskera adecuadamente y todos los vascos utilizan el español con tanta habilidad como cualquier castellano.
LAS CORRIDAS DE TOROS
Como todo el mundo sabe, en España hay una tradición muy especial, y durante los meses de verano se celebran las corridas de toros a la española, es decir, con la muerte final del toro. Pues bien, en el País Vasco esa tradición se conserva exactamente igual que en cualquier otro lugar de España.
EL CHIQUITEO O ALTERNE
Chiquitear, alternar o tomar vinos es una costumbre típicamente española. España es quizá el único país del mundo donde una buena parte de la gente sale a la calle todos los días para reunirse con los amigos e ir a tomar varios vinos por los diferentes bares de la localidad. En el País Vasco también disfrutamos de esa costumbre.
LAS ZONAS VIEJAS
Del mismo modo que en todos los pueblos de España se sale a tomar vinos, es una costumbre muy española que las zonas viejas de las ciudades sean los lugares típicos donde se instalan bares y mesones para el chiquiteo o alterne. Pues bien, del mismo modo que en el resto de España, también en el País Vasco son las zonas más antiguas los lugares donde se instalan este tipo de establecimientos.
LOS REYES MAGOS
En cada país del mundo se tienen unas costumbres cuando llega Navidad, y los esperados regalos que todos los niños tienen que recibir son traídos por los más curiosos personajes. En el País Vasco, igual que en el resto de España, los regalos los traen los Reyes Magos de Oriente.
LAS VERBENAS
Costumbre muy española, y por consiguiente también vasca, es la celebración de las fiestas de verano, y en todos los pueblos se organizan verbenas nocturnas gratuitas montando grandes y pequeños escenarios al aire libre donde se toca todo tipo de música de baile para que la gente se divierta.
LA COMIDA
Equivocados o no, todos los españoles estamos convencidos de que nuestra comida es la mejor, y tan orgullosos estamos de nuestro bacalao al pil-pil como de la paella valenciana, la fabada asturiana, el lechazo de Castilla, el jamón serrano, etc, etc... Y todo ello sin olvidar la famosa tortilla de patata (también llamada española) y que sólo se consume de un modo habitual en España, País Vasco incluido, naturalmente.
LA DISTRIBUCIÓN DE LAS COMIDAS
Tanto en el País Vasco como en el resto de comunidades de España solemos desayunar poco, almorzar mucho y cenar también mucho. En la mayor parte de los países occidentales no se distribuyen las comidas de este modo y quizá no sea una buena costumbre, pero lo cierto es que así lo hacemos casi todos en toda España.
LOS HORARIOS
Esto es algo que a primera vista se les puede pasar desapercibido a los del "hecho diferencial". Lo cierto es que en España -País Vasco incluido- tenemos unas costumbres horarias muy diferentes a las del resto de los países de nuestro entorno. Todos los españoles, incluidos los vascos, hacemos la comida del mediodía sobre las dos o las tres de la tarde, cenamos y nos acostamos mucho después que el resto de países europeos y nuestros horarios de trabajo varían con respecto a los demás países.
Cuando se escoge España como destino turístico, es muy importante saber cuáles son sus horarios y demás costumbres, porque en muchas ocasiones todo ese cambio suele ser muy chocante para el viajero al llegar.
Hablemos también de la siesta ( consiste en dormir después del almuerzo un máximo de 30 minutos para reducir el cansancio y de esa forma mejorar en el ritmo del resto de nuestro día).
LA VIDA EN LA CALLE
Siempre hay mucho movimiento en la calle, aunque el lugar especial para la mayoría son los bares. En estos lugares, en la mayoría de veces, van hacer vida social, o también quedan en reuniones con amigos. Todo esto puede ser a cualquier hora del día, aunque suele ser mayormente de noche.
LA VIDA FAMILIAR
Siempre una familia española suele ser muy amistosa con una persona que recién conocen, ya sea en un abrazo, un beso o un saludo. Cuando se es la visita es bueno llevar un presente, y saber entablar bien una conversación, o de lo contrario seguir la ilación del tema.
AÑADIDO DEL GRUPO DE 2º
CENTROS DE INTERNAMIENTO DE EXTRANJEROS
Según
el gobierno del Estado español, un Centro
de Internamiento de Extranjeros (CIE) es
un establecimiento público de carácter no penitenciario donde se
retiene de manera cautelar y preventiva a extranjeros sometidos
a expediente de expulsión del territorio nacional.1 En
cambio, han sido descritas también como, a la práctica, prisiones
administrativas. Esto se da por la falta de regulación y de
normativas legales, y por las condiciones de hacinamiento, frío y
falta de lavabos en las celdas y prácticas rutinarias de humillación
y maltrato.2 3
En
2013 se está desarrollando un Real Decreto4 en
el cual se explica los modos de proceder en dichos centros, así como
los derechos y obligaciones de los internos, debido a las crecientes
denuncias falsas sobre malos tratos a los internos.
Los
Centros de Internamiento de Extranjeros son un instrumento extendido
por toda la Unión
Europea adoptado
en desarrollo de la política migratoria común suscrita en elacuerdo
de Schengen de
1995.
Los
trámites de expulsión pueden iniciarse cuando la persona incurran
en alguno de los supuestos siguientes:7
- Encontrase ilegalmente en territorio español
- Trabajar sin haber obtenido permiso de trabajo, aunque cuente con permiso de residencia válido
- Estar implicados en actividades contrarias al orden público o a la seguridad interior o exterior del Estado o realizar cualquier tipo de actividades contrarias a los intereses españoles o que puedan perjudicar las relaciones de España con otros países.
- Haber sido condenados, dentro o fuera de España, por delito sancionado con pena privativa de libertad superior a un año.
- Incurrir en demora u ocultación dolosas o falsedad grave en la obligación de poner en conocimiento del Ministerio del Interior, las circunstancias relativas a su situación.
- Carecer de medios lícitos de vida, ejercer la mendicidad o desarrollar actividades ilegales.
Los
dos primeros supuestos son faltas administrativas (equivalente a no
renovar la licencia de conducir o aparcar en una zona prohibida).
El reglamento
recién aprobado por el Gobiernoes
un imperativo de la Ley de Extranjería de 2009 que quedó pendiente
durante la última legislatura del Ejecutivo socialista y ha sido
retomado. Lo
esencial se mantiene,
los centros siguen definidos como "establecimientos destinados a
la custodia cautelar para garantizar la expulsión de inmigrantes
ilegales", al igual que el
tiempo máximo que se puede permanecer en ellos, 60 días.
Los
Centro de Internamiento de Extranjeros sonestablecimiento públicos
de carácter no penitenciario donde se retiene de manera cautelar y
preventiva a extranjeros sometidos a expediente de expulsión
del territorio nacional. En la actualidad hay ocho CIE en España, de
los que cinco se encuentran en la península (Madrid, Barcelona,
Valencia, Zaragoza y Algeciras) y tres, en Canarias, con 2.700 plazas
en total.
Es interesante conocer la vida en España.
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